La importancia del cepillado dental y su impacto en la salud general

Cuando pensamos en cepillarnos los dientes lo asociamos a tener una sonrisa limpia y un aliento fresco, Sin embargo, esta práctica que debe realizarse diariamente va mucho más allá de una simple cuestión estética o de higiene bucal. Numerosos estudios científicos han demostrado que el cuidado oral, en particular el cepillado dental, juega un papel crucial en la salud general del organismo de cada uno de nosotros. En este artículo, exploraremos por qué el cepillado dental es tan importante y cómo una buena higiene oral puede contribuir a prevenir enfermedades más allá de la cavidad bucal.

¿Por qué cepillarse los dientes?

El cepillado dental tiene como principal objetivo remover la placa bacteriana, conocida como película pegajosa que está compuesta por bacterias y restos de alimentos que se forma constantemente sobre los dientes. Si no se elimina adecuadamente, la placa puede endurecerse y convertirse en sarro, lo que favorece el desarrollo de caries, gingivitis y periodontitis (American Dental Association [ADA], 2020).

La placa bacteriana también es responsable de la inflamación de las encías, que puede progresar a enfermedades más graves del periodonto, como gingivitis y posteriormente periodontitis. Estas afecciones no sólo provocan la pérdida de piezas dentales, sino que también han sido vinculadas con problemas de salud sistémicos.

La boca como puerta de entrada al cuerpo

Diversos estudios han demostrado una conexión significativa entre la salud oral y la salud general. Por ejemplo, la periodontitis se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, complicaciones en el embarazo y enfermedades respiratorias (Morrón A., 2021).

En personas con diabetes, una higiene bucal deficiente puede dificultar el control de los niveles de glucosa, mientras que una buena salud oral puede contribuir a una mejor respuesta al tratamiento (National Institute of Dental and Craniofacial Research, 2020). En el caso de las enfermedades cardíacas, se ha encontrado que las bacterias periodontales pueden ingresar al torrente sanguíneo y contribuir a la formación de placas en las arterias, aumentando el riesgo de infarto (Chapple et al., 2018).

¿Con qué frecuencia y cómo cepillarse?

La Asociación Dental Americana recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental que contenga flúor, y durante al menos dos minutos cada vez (ADA, 2020). También se aconseja el uso del hilo dental una vez al día para eliminar la placa en las áreas que el cepillo no alcanza.

La técnica del cepillado también es fundamental. Es importante usar movimientos suaves y circulares, asegurándose de limpiar todas las superficies del diente: la externa, la interna y la superficie de masticación. Además, no debe olvidarse la lengua, ya que también puede albergar bacterias.

El rol de la educación y prevención

A pesar de que el cepillado dental es una práctica ampliamente conocida, muchas personas no le dan la importancia que merece. La educación en salud bucal desde una edad temprana es clave para formar hábitos que perduren toda la vida.  Es evidente que los hábitos de higiene bucal tienen diversos factores asociados, sin embargo, la creciente investigación ha permitido orientar a los profesionistas dentales para determinar e identificar a los grupos con alto riesgo a desarrollar problemas dentales y tomar medidas como la educación y la prevención, recalcando la importancia a las visitas regulares al dentista para limpiezas profesionales y revisiones también forman parte esencial del cuidado preventivo (Centelles et al. 2020).

La prevención es más económica, menos invasiva y más efectiva que el tratamiento de enfermedades ya establecidas. Invertir tiempo en un correcto cepillado diario puede evitar tratamientos costosos y dolorosos en el futuro.

Conclusión

El cepillado dental es una acción sencilla que puede tener efectos profundos en la salud de las personas. No solo ayuda a mantener una sonrisa sana y atractiva, sino que también protege contra enfermedades graves que afectan a todo el cuerpo. Al comprender esta conexión entre la boca y el resto del organismo, podemos valorar aún más la importancia de adoptar buenos hábitos de higiene bucal y de mantener controles periódicos con el dentista. La salud comienza por la boca.

REDACTADO POR: CD. Valeria Caballero Perez

Referencias

Morrón, A. (2021). La Periodontitis y su relación con las enfermedades cardiovasculares. Promoción de la salud cardiovascular desde el consultorio dental. Rev Colombi. Cardiol. 2(5): 464-472

Centelles, V., Gonzalez, B., Hortas. B., Cetelles, V., Romero, S., Romero, A. (2020). Hábitos de higiene oral. Resultados de un estudio poblacional. An Sist. Sanit. Navar. 43(2): 217-223

American Dental Association. (2020). Oral Health Topics: Brushing. Disponible en: https://www.ada.org/resources/research/science-and-research-institute/oral-health-topics/brushing

National Institute of Dental and Craniofacial Research (2020). La diabetes: Consejos sobre la salud oral. Disponible en: https://www.nidcr.nih.gov/espanol

Chapple, I. L. C., Genco, R., & Working Group 2 of the Joint EFP/AAP Workshop. (2018). Diabetes and periodontal diseases: consensus report of the Joint EFP/AAP Workshop on Periodontitis and Systemic Diseases. Journal of Periodontology, 89, S106–S112. Disponible en: https://doi.org/10.1002/JPER.16-0503