El propóleo, una resina natural de composición compleja y consistencia viscosa, usado por las abejas como sustancia cementera para tapar las grietas en el interior de la colmena, para barnizar sus paredes y dar mayor soporte a la estructura de los panales, así como también para embalsamar enemigos naturales y cadáveres cuando ocurre un brote de enfermedades infecto-contagiosas en la colonia. (Pasupuleti, 2020)

Durante siglos, por varias civilizaciones lo han utilizado como agente quimioterapéutico, para tratar resfriados, heridas y úlceras debido a sus propiedades antisépticas y locales. Los egipcios lo usaron para embalsamar a sus muertos y, más recientemente, fue utilizado en diferentes guerras para curar heridas y la regeneración de tejidos por su fuerte actividad antimicrobiana.

El propóleo tiene componentes de los que se destacan: resinas (50%), ceras (30%), aceites esenciales (10%), polen (5%) y otros compuestos orgánicos (5%), que difieren en concentración, dependiendo del origen geográfico, botánico, la raza de la abeja y de la época de recolección del propóleo. Los compuestos bioactivos del propóleo como son  los flavonoides, los ácidos fenólicos, ácidos aromáticos, sus ésteres, alcoholes, aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales, le conceden propiedades beneficiosas y son responsables de las propiedades bacteriostáticas, antiparasitario, bactericidas, antivirales, fungicidas, antioxidante, e incluso se ha visto el uso del propóleo para tratar enfermedades autoinmunes (Muñoz, 2011), y son muy importantes a nivel terapéutico y presentan un efecto sinérgico que es esencial para las actividades biológicas benéficas tanto en humanos como en animales. (Pasupuleti, 2020).

Los flavonoides siendo parte del propóleo, tienen la capacidad específica de estimular y activar los linfocitos T, estos actúan como segunda línea de defensa del sistema inmune, actuando contra células invasoras, como las cancerígenas, los virus y las células bacterianas. Se considera que la actividad biológica del propóleo tiene una participación importante en la reparación de heridas y la regeneración de tejidos puede estar correlacionada con sus propiedades antimicrobianas (Muñoz, 2011).

Actividad antimicrobiana del propóleo:

Se ha demostrado que el mecanismo de acción del propóleo como agente antibacteriano muestran una gran actividad frente a bacterias Gram positivas y menos actividad con bacterias Gram negativas, esto es realizado por los diferentes flavonoides  como pinocembrina, quercetina, naringenina, acacetina, apigenina, crisina, galangina, kaempferol y pinobanksina, principalmente y los compuestos cinámicos que son evidentes en esta sustancia, los cuales actúan como alteradores del potencial de membrana de las bacterias, ocasionando que las bacterias pierdan la capacidad de sintetizar ATP, inhibiendo su motilidad e impidiendo el desarrollo de la infección y la patogénesis del microorganismo (Havsteen, 2002).

La actividad biológica de los componentes de los flavonoides como de los fenoles son muy importantes a nivel terapéutico ya que presentan esta sinergia con el metabolismo por lo que se considera un parámetro importante de calidad en la nutrición, cabe mencionar que México cuenta con la NOM-003-SAG/GAN-2017, propóleos, producción y especificaciones para su procesamiento, que tiene como objetivo garantizar la calidad y seguridad de los propóleos y sus extractos que se procesan y comercializan.

Elaborado por alumna 11vo B Azul Amaya Aguilar-Ávila, MVZ Clarisa Yuriana Cortéz-Pérez

Referencias

• Havsteen, B.H. 2002. The biochemistry and medical significance of the flavonoids. Pharmacol. Ther. 96:67-202.
• Muñoz L., Linares S., Narváez W. (2011). Propiedades Del Propóleo Como Aditivo Natural Funcional En La Nutrición Animals. Biosalud. 10 (2) 101-111.
• Pasupuleti, V. R., Sammugam, L., Ramesh, N., y Gan, S.H. (2017). Miel, propóleo y jalea real: una revisión completa de sus acciones biológicas y beneficios para la salud. Oxidative Medicine and Cellular Longevity.